La noche del Jueves 9 de mayo tuvo mucho de especial para nosotros. La. I. Municipalidad de Doñihue, a través del equipo del DAEM y la Coordinación Comunal de Cultura, Deporte y Recreación, y en dependencias de la Escuela Laura Matus, organizó la Primera Tertulia "Doñihue: la historia no contada", en la que fueron protagonistas las más diversas personas, cada una con una historia que contar y que nos invitó a recordar los tiempos idos. Antes de empezar, y para ponerse a tono, se pudo compartir café, tortilla, calzones rotos, queso de cabeza y navegado. Entre los contertulios estuvieron la Chamantera Sra. Lucy Césped; Don Celso Lobos, bombero y deportista; Don Raúl Vidal, Zapatero, rayuelero y fondero; Don Guillermo Opazo, cantor popular; Don Luis Acevedo, panadero que reparte el pan en carretón tirado por una yegua; Doña Antonia Acevedo, Guía turística de la comuna; Doña Nelly Beltrán, chamantera; Don Álvaro Cumplido, talabartero; Doña Elena Manzor, actriz y dueña de casa; Sra. Angelina Carrasco, fundadora de la Cruz Roja; Don Erique Morán, artesano mimbrero, agricultor; Ma. Jovita Orellana, dirigente social; Don Pedro Jara, editor, fundador del Panorama, cantante; Don Héctor Lazcano, aguardientero; Don Luis Jerez, taxista. Todos fueron acompañados por las autoridades y una alta concurrencia de público que quiso conocer el pasado y recordar. Recibimos el saludo del Alcalde, también algunas de sus añoranzas. Los asistentes coincidieron en que este tipo de iniciativas son muy necesarias porque nos permiten reconocernos en nuestra historia, aquella desconocida por los más jóvenes. Antes de finalizar, las autoridades entregaron un galvano a cada exponente, el que fue recibido con alegría por cada uno.
Como Biblioteca acompañamos y celebramos este tipo de iniciativas por cuanto están estrechamente relacionadas con nuestro quehacer. De hecho, algo similar, aunque en menor escala, lo realizado anoche es lo que se ha estado haciendo con el Programa Memoria Siglo XX de DIBAM, del que somos parte. Por tanto, esta tertulia se suma y complementa ese trabajo, lo que nos alegra sobremanera. En esta jornada, los dueños fueron los adultos mayores, nosotros, los asistentes, los más atentos, para captar cada una de las historias allí escuchadas, las historias no contadas que salieron a la luz. ¡Y qué mejor que en el Mes del Patrimonio!
