Acceso principal / hendidura techo Sala Adultos desde la Calle
Acceso principal lado izquierdo / Grietas Sala Lectura Adultos
Grieta en Oficina / Baño de uso público
Grietas en Sala Infantil / Grietas en Sala Lectura General
Parte del techo deteriorado / Muralla medianera con Escuela de Párvulos
Vidrios quebrados en Sala Lectura Adultos / Grietas en el Patio exterior que da hacia la oficina
Hoy es mi primer día de trabajo después de las vacaciones estivales. Y no ha sido un regreso fácil. El terremoto que ha afectado a parte importante de nuestro país, también se ha dejado sentir en Doñihue, nuestro pueblo, que ha perdido parte del patrimonio arquitectónico que se caracterizaba por tener antiguas casas de adobe: de eso quedará muy poco, por no decir nada. Por pudor y respeto a los afectado, no me he atrevido a tomar fotografías de lo que he visto.
Y nuestra Biblioteca también se ha visto afectada. Cuando vine el sábado a ver cómo estaba todo, me encontré con estantes y libros en el suelo, vidrios quebrados y con grietas en las murallas, que han sido definidas como fallas estructurales por nuestras autoridades, en la visita que realizaron a medio día, por lo que nos dieron la orden de cerrar la Biblioteca hasta nuevo aviso. Hasta ese momento nosotros nos manteníamos atendiendo público dentro de nuestras limitantes, pues los computadores no sufrieron ningún percance y había Internet normalmente. Por la mañana nos sentimos contribuyendo a que las personas se mantuvieran comunicadas y que supieran de sus familiares que están en otras regiones. Es una decisión que me duele por cuanto significa no poder atenderles como quisiéramos. Esperamos que sea por un tiempo prudente y que todo vuelva a la normalidad cuanto antes. Mientras, nosotros seguiremos ordenando y dejando todo en disposición para cuando ustedes puedan regresar. De lo contrario, ya veremos forma de mantenernos con algún servicio de itinerancia u otro según necesidad. Eso debemos verlo con más calma.
Como Biblioteca hacemos votos para que todos podamos superar a la brevedad lo que nos ha sucedido. Sabemos que no es fácil, pero es tiempo en que no perdamos las esperanzas ni las ilusiones. Tenemos que hacer gala de nuestra fortaleza y volver a levantarnos. Con trabajo, voluntad y pasión, siempre se puede.
Un saludo fraterno y mi solidaridad para los más afectados.
