Empezamos la semana haciéndonos regalos lectores. Así en el taller de Lectura, los participantes se permitieron elegir el libro que más les llamaba la atención, luego lo leyeron y posteriormente hicieron su mejor lectura en voz alta. Hemos de comentar que hay cierta renuencia por parte de los niños y niñas a leer en voz alta, tal vez se deba a que no hay costumbre de leer para los otros, tal vez es un ejercicio que no se hace en clases, ni en la familia. Sin embargo, debiera ser un ejercicio permanente atendiendo a los beneficios que nos deja, entre otros, mejora la dicción, potencia el desplante, nos permite hacer una lectura en la que vamos despejando dudas en cuanto a las palabras que no conocemos, nos permite apreciar cuánto comprende el otro de lo escuchado, aprendemos a escucharnos, etc.
Para finalizar, aprendimos a confeccionar un portalápices con conos desechables de papel higiénico. Quedaron muy monos.
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